Uno tiró una bomba de pintura a la pared. Y otro encontró la mancha, vio un monstruo y aprovechó relieves del cemento para hacer dos ojos. O eso me pareció a mí. Acercaros y me contáis, a ver que veis.
Calle del Casino (continuación de Tribulete), en la entrada del garaje que hay en el parque.
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